En 1940 tras finalizar la
Guerra Civil se disuelve el Cuerpo de Carabineros y las funciones de estos son asumidas por la
Guardia Civil, creándose las Comandancias de fronteras, que cubrían los límites
con Portugal y Francia.
En 1945 con motivo de las
prácticas de esquí que realizaban la 51 y 52 División de Montaña de nuestro
Ejército en el Valle de Aragón, algunos componentes de la Comandancia de
fronteras de Jaca, se incorporan a dichas prácticas para iniciarse en esta destreza tan necesaria para la vigilancia del
Pirineo. En el primer contacto en actividades técnicas de montaña por parte de
la Guardia Civil.
Las prácticas con el
Ejército continuaron hasta 1953. En el año 1954 se comenzaron a realizar de
manera autónoma en el acuartelamiento de Coll de Ladrones, en las proximidades
de la localidad oscense de Canfranc, contándose ya con instructores propios del
Cuerpo y reduciéndose las actividades de este tipo táctico, más propia de las
unidades militares, para centrase en la
práctica del esquí como medio para trasladarse por las zonas fronterizas con
Francia.
LA ESPECIALIDAD DE MONTAÑA
A mediados del Siglo XX,
con el establecimiento de una clase media en nuestro país se vuelven a realizar
actividades en el medio natural por parte de la población y empiezan a
producirse accidentes en nuestras montañas.
La Federación Española de
Montañismo (FEM) crea los grupos de socorro en Montaña formados por los
voluntarios con una adecuada capacidad técnica, pero la necesidad de pedir
permisos en sus trabajos y los largos traslados en las zonas de montaña hacen
de este servicio poco eficaz.
Por entonces el aviso de los
accidentes se recibía en el “cuartelillo” de la Guardia Civil y era la pareja
del Cuerpo la quien acudía a los
rescates como meros espectadores para levantar atestado de lo ocurrido a la
autoridad judicial y el acta gubernativa.
Mediante Orden General núm.
5 de 11 de marzo de 1967, se crea finalmente la especialidad de esquiadores en
la Guardia Civil.
Tras un intento fallido se
pone la especialidad en marcha, en noviembre de 1968 empezando a funcionar los
tres primeros grupos de esquiadores escaladores en Jaca, Boltaña y Granada. Los
dos primeros grupos realizaron el
rescate en la vertiente sur del Pirineo oscense y el tercero en Sierra Nevada.Práctica de rescate con grúa
Poco a poco otras Comandancias empezaron progresivamente a aumentar el despliegue de grupos, Pamplona e Isaba (Navarra) en 1869 Navarredonda de la Sierra (Ávila) en 1970, Viella (Lérida) y Teruel 1971, Navacerrada (Madrid) en 1972, Mieres (Asturias), Potes y reinosa (Cantabria) en 1974, Puigcerda (Gerona) en 1975 y finalmente León y Cangas de Onís (Asturias) en 1977.
EL C.A.E.M.
El viejo cuartel de Coll de
Ladrones se desecho para la ubicación del nuevo centro de formación de
esquiadores-escaladores, debido a su mal estado, que hubiera supuesto una gran inversión.
Se eligió como sede del
nuevo C.A.E.M. el edificio de la antigua Aduana
de Candanchu. Los cursos empezaron a tener una duración de nueve meses,
se iniciaban en la práctica del montañismo y en la fase invernal se realizaban prácticas
de esquí en pista, esquí de montaña, escalada en hielo y corredores de nieve y
se impartían los conocimientos en rescate en ambiente invernal. La última fase
se dedica a perfeccionar la escalada en escuela y en alta montaña y se
dedicaban al rescate en época estival.
Poco a poco se fueron
completando las unidades con el personal que iban saliendo de los cursos y
estos iban haciéndose más completos técnicamente para dar una respuesta más
eficaz a los nuevos tiempos, incluyéndose disciplinas como espeleología y el
espeleosocorro, así como barranquismo.
LA DECADA DE LOS 80
El proceso de reorganización
de la especialidad de montaña se mantuvo vivo desde el principio y la Orden
General de 5 de mayo de 1981 le siguieron otras para la creación de nuevas unidades que no estaban previstas en
el despliegue inicial o cambio de ubicación
de las ya creadas.
En el mismo año 1981 se
modifica el nombre de las unidades.
Si algo marco el
funcionamiento de las nuevas unidades tras la reorganización fue el
establecimiento del binomio helicóptero-socorrista que aceleraba la resolución
de los rescates. Para ello se contaba con el apoyo de la Agrupación de Helicópteros
de la Guardia Civil, que por entonces comenzaba a desplegarse por todo el
territorio Nacional.
LA GUARDIA CIVIL DE MONTAÑA EN LA ACTUALIDAD.
Hoy en día las unidades de
rescate de montaña de la Guardia Civil , se agrupan en un solo mando técnico.
El Servicio de Montaña al mando de un Coronel.
El despliegue actual consta
de 26 unidades con diferentes plantillas y que abarcan la mayoría de los macizos
montañosos actuales, incluyendo los dos archipiélagos.